El jersey de cuello vuelto
Cabeza fría y garganta caliente
Cuando pensamos en nuestra infancia nos vienen a la memoria experiencias que son mejor no revivir. Una parte de ellas tienen que ver con la moda. Ya que los papás y los abuelos son los que mejor idea tienen sobre la moda de sus pequeños, siempre se envían a la calle a los niños con las creaciones de moda más extravagantes. Ya sea con prendas azul celeste (por que es tan mono) o las botas de goma (para no tener los pies mojados). Pero lo que muchos niños odian de verdad es el buen jersey de cuello vuelto.
Este ejemplar (¡no querrás resfriarte hijo!) era estampado, de colores y muchas veces hecho por la abuela. A veces aparecían ositos o pequeñas flores que terminaban de hacer el jersey aún más horrendo. De esta manera las ganas de ponerse el jersey desaparecían.
Lástima ya que un jersey de cuello vuelto bien elegido puede ser un verdadero Highlight. En las estaciones en las que el termómetro muestra temperaturas deprimentes, es una buena idea pensar en proteger la garganta del frío. Al contrario que una bufanda, el jersey de cuello vuelto no se olvida en ninguna silla. Tampoco se tiene que colgar ni revolotea con el viento. Estas ventajas fueron las que probablemente lanzaron al estrellato a esta prenda a finales del siglo XIX. Con el origen en el mundo del deporte, esta prenda de jugadores de hockey o golf pasó a ser la prenda favorita para trabajar como pescador u obrero.
El jersey de cuello vuelto alcanzó la fama en los años 50. Todo lo que podía mostrar rebelión se puso de moda, por eso en el mundo estudiantil se expandío esta prenda elegante y a la vez de belleza temporal.
También en círculos existencialistas como Sartre o Camus el jersey de cuello vuelto fue toda una revolución. Más sencillo que una camisa con corbata y menos pensado para la moda clásica, este jersey fue una marca de reconocimiento en la escena de los filósofos existencialistas. Ya que este pesimismo se puso de moda, todo el movimiento filosófico fue una cultura pop. El típico cliché de existencialista era depresivo, fumaba cigarrillos mentolados, bebía mucho y deambulaba entre la universidad, el café y el club de jazz. Naturalmente con jersey de cuello vuelto.
A partir de ahí el éxito fue imparable. Generaciones enteras de intelectuales llevaron jersey de cuello vuelto (naturalmente negro) para representar su pensamiento. Actualmente el jersey de cuello vuelto se ve mucho combinado con una chaqueta tweed en profesores de universidad y filólogos.
Por suerte el jersey ya no sólo representa estos grupos. Los diseñadores más famosos han utilizado esta prenda para la creación de sus colecciones. El jersey de cuello vuelto negro fino con un traje gris oscuro (muy famoso en el mundo de los arquitectos y diseñadores publicitarios) se ha convertido en todo un clásico. Esta combinación es elegante aún sin camisa y corbata ya que es atemporal, clásica e intelectual.
Los colores de la temporada son el antracita oscuro para el traje y el negro para el jersey de cuello vuelto. Sofisticado pero con un toque rebelde. Si quiere resaltar por su buen gusto, decore este atuendo con un pañuelo de bolsillo negro.
¿Perfiere algo má cómodo? Mejor. En la moda de tiempo libre no hay mejor prenda que un jersey de cuello vuelto. Para el invierno puede llevar uno de un tejido más grueso y robusto. Los materiales por excelencia son la lana, el cachemir y todo lo que sea de suave tacto. Hay algo que no ha cambiado desde los orígenes de esta prenda: las mujeres adoran apoyarse en un hombro que sea cómodo.