Mucho estilo, poco dinero
El arte de farolear o por qué la elegancia no debe costar mucho.
Un vistazo en el espejo confirma todas las sospechas. La chaqueta era moderna cuando Richard Nixon tuvo el problema con el asunto Watergate. Los pantalones le quedaban bien antes de que perdiera diez kilos. Los picos del cuello de la camisa se enrollan hacia arriba como si quisieran huir de la corbata de los años 70 que lleva. ¿Y los zapatos? Mejor no decir nada...
Además del vestuario su cuenta corriente está en sequía y en su monedero el panorama no pinta mejor. Es tiempo de abrocharse el cinturón.
Quien está ligado al mundo de la moda clásica de caballero tiene la necesidad de vestirse con estilo tarde o temprano. Desgraciadamente el dinero no nace como las ganas. Un buen traje a medida puede llegar fácilmente a cifras con tres ceros y hay muy pocos que se lo puedan permitir. Por suerte se puede ahorrar a veces e imitar a un buen jugador de poker faroleando con lo que no se tiene.
No sólo en los outlets o en las tiendas online se pueden encontrar piezas de calidad, sino también en la tienda de segunda mano de la esquina puede aparecer un verdadero tesoro y a muy buen precio.
Antes de que se recorra todas la tiendas de segunda mano de la zona, le damos un consejo. Comprar un traje de 1000 euros por 10 euros y no ponerselo nunca no ayuda en nada. A parte que hay cosas que no necesita comprar.
La mayoría de las prendas que encuentra en una tienda de segunda mano están allí porque se han pasado de moda, tienen defectos o no le quedan bien a la persona que las compró.
Esta última categoría es la que le tiene que interesar. Fíjese bien en la prenda que compra para no encontrar defectos (también dentro del relleno). Debe inspeccionar cremalleras y botoneras ya que allí suelen estar los problemas y evite los cortes problemáticos. Por suerte el corte de los trajes a penas ha cambiado en los últimos cien años. Lo mejor es que siempre se pruebe el traje.
Ya que normalmente el traje no tiene ninguna presentación, debe tener antes unos conceptos claros. ¿Cómo es la tela? ¿Tiene las costuras trabajadas de manera limpia? Tenga en cuenta los detalles y tendrá ojo para la calidad. Las tiendas tampoco tienen siempre la mejor organización. La experiencia dice que muchas tiendas se especializan en ropa infantil o retro. Una tienda que se especialice en moda masculina es difícil de encontrar.
Evidentemente las prendas adquiridas se deben llevar a la tintorería. Tenga cuidado con las camisas usadas. Las manchas de sudor de las axilas son difíciles de quitar además que a usted no le gusta llevar camisas con manchas, ¿verdad?
Las corbatas de segunda mano deben comprarse sólo en contadas ocasiones ya que con los años son más difíciles de mantener. Incluso las tiendas de alquiler de ropa masculina se niegan a veces a alquilar la corbata o pajarita de sus catálogos y las ponen como compra obligatoria.
Otra opción es comprar un traje barato y llevarlo a una costurera para moldearlo. Esta opción no es tan cara como parece y con suerte el traje parecerá un traje a medida.
La categoría rey del faroleo son los accesorios caros que desvían la mirada del traje. Una corbata clásica a rayas discretas, un par de gemelos bonitos (no tienen por qué ser dorados siempre) y unos zapatos bien limpios. Las corbatas de seda confeccionadas a mano pueden ser a veces increiblemente económicas. Así nadie se fija en si su traje es el último modelo. Si pone esmero en el detalle y la combinación de accesorios hasta el experto de estilo más crítico no tendrá nada que decir.
Así la corbata le durará más
La vuelta del chaleco
El traje
La flor en la botonera
¿Corbata obligatoria?
Pañuelos de bolsillo
Corbata y camisa
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El gusto se puede aprender
¡Encuentre su tipo de traje!