Las camisas – El material
Debajo del traje todo debe estar también en orden
Antes la gente no se equivocaba al elegir la camisa, hasta principios del siglo XX era considerada como ropa interior. Como resultado aún se intenta disimular esta prenda. Ya sea llevando un chaleco abrochado, tapando el cuello de la camisa con una discreta corbata estampada, decorando las mangas con gemelos o dejando la chaqueta siempre puesta, parece casi imposible ver cuando una persona lleva camisa.
Sin duda la camisa tiene un largo recorrido hecho y desde que se estableció en la vida laboral el traje de dos prendas (ya sé que en este punto algunos puristas de la moda van a dar gritos) es necesario recapacitar sobre esta prenda de vestir. Ya sabemos que existen cuellos de camisa que sientan bien con el traje y otros que es mejor ni probarse. Pero ¿qué material puede ser elegido en la confección de esta pieza de vestir teniendo en cuenta que la llevamos puesta todo el día? La respuesta está tan clara como el agua: algodón. No existe un material que regule tanto la transpiración y la humedad como el algodón. Hoy en día también existen algunas mezclas de microfibra que dan un toque más liso a la camisa, por lo que el planchado es mucho más fácil.
No tengo nada en contra de las camisas de seda, su agradable contacto con la piel es legendario, sin embrago creo que están sobrevaloradas. Mientras que tienen una apariencia muy elagante, desgraciadamente por debajo se transpira sin fin. Todo el mundo sabe que cualquier mancha de sudor se ve rapidamente en una camisa de seda. Deje la seda para la corbata, para nada más. El algodón, por el contrario, tiene infinidad de calidades y tejidos. Un fino batista confeccionado con filos hilos es probablemente el tejido más cómodo en los días calurosos de verano. Para el invierno se recomienda un tejido popelín, estos hilos están torcidos como una cadena y son más gruesos.
Para no dar una impresión demasida formal puede llevar una camisa de color discreto con tejido Oxford. Este tejido lleva hilos de dos colores entremezclados que dan un efecto manchado. Este tipo de camisas se usa para el tiempo libre y suelen llevar el cuello de botón. El mismo tejido con hilos más finos sería el tejido Royal Oxford. Gracias a su estructura claramente más fina, este tejido se puede llevar en camisas para traje de oficina. Esto queda especialmente bien en color azul claro con una discreta corbata a rayas. Además es más suave que el tejido „normal“ de Oxford. Pero el rey de los tejids para camisas es el algodón Sea Island. Con cerca de 140 hilos por pulgada es un tejido excelentemente fino. Si lleva colores se pueden ver perfectamente. El brillo delicado que tiene se parece mucho a la seda. Otro algodón es el Ribbed Twill, que forma una característica estructra diagonal. Esto es perfecto para camisas de fiesta. Con el traje puede quedar un poco barroco. Si el estampado está desplazado se consigue una estructura como de espina, la Herringbone Twill. Este tejido también se destina al tiempo libre ya que es muy basto para el trabajo.
Por supuesto también existen camisas de cuadros de franela. Puede llevarla al ir de pesca o en la escapada al monte el fin de semana. Para cualquier otra ocasión quedan demasiado rusticales. Claro que no existe ninguna regla sin excepciones. En el estilo de los New Classics algunas casas combinaban en el otoño pasado las camisas de leñador con chaqueta e incluso pajarita. Tenga en cuenta que este look es algo excéntrico. Para ir al trabajo permanezca con las camisas lisas de un color y las corbatas a rayas.
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