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Encuentre una buena tienda de ropa para caballeros
Le gusta sentirse atractivo. Perfecto. También quiere aportar lo suyo para que sea así. Mejor. Y así, emprende el camino para descubrir nuevos mundos desconocidos - en la tienda de ropa para caballeros.
Hasta las personas que tienen en cuenta el bolsillo a veces se permiten un poco de lujo. Y aunque las ofertas en las tiendas en Internet o en los buenos shoppings sean buenas, la experiencia de comprar en una tienda de ropa para caballeros clásica es bien diferente. Allí encontrará pilas de camisas, corbatas y perchas en un ambiente elegante, los trajes están colgados de percheros de madera bien nobles, y todo tiene sabor a tela nueva. Y, lo que es mucho más importante todavía: después de un rato Usted deja la tienda, bien asesorado, con prendas que le sientan bien y que armonizan con su carácter. Por lo menos en el caso ideal. Algunas veces, lamentablemente, la realidad es otra. Puede haber un empleado disconforme murmullando frases como "Si no le gusta, no lo tiene que comprar", pero ya cuando prueba la primera camisa le dice que le queda bien. Y cuando Usted mira al espejo no lo reconoce a si mismo.
Si una tienda de ropa para caballeros quiere ganar su confianza, se tiene que esforzar un poco más. El encargado de buena tienda para caballeros intentará evaluarlo a Usted, pero no pensando en el tamaño de su cartera, sino en el tipo de vestimenta que podría usar. Por ahí hasta le puede preguntar lo que viste habitualmente, para conocer su estilo y hacerle propuestas adecuadas.
Se tomará su tiempo para sus clientes y los asesorará de manera intensa, excepto si Usted le señaliza que quiere mirar tranquilo. Tampoco no se enojará si toca la tela de un saco o coge una corbata para verla.
También en el vestidor, antes de abrir la puerta la tocará, y se comportará de manera discreta, hasta que Usted le pide un consejo. En este momento le mostrará su calidad óptima en el asesoramiento. Le dirá también si una prenda no le queda bien de ninguna manera. Si tiene camisas empaquetadas, por lo menos tendrá una para que la pueda probar ? en todos los talles. También dejará que pruebe gemelos y otros accesorios similares.
No solamente le dirá que algo le queda bien, también le mostrará en el espejo por qué es así. Le puede recomendar pequeñas modificaciones en el corte de su traje, y si conoce bien su materia, hasta las demarcará y le recomendará una sastrería para realizarlas.
Pero sobre todo tendrá un sentido para las posibles combinaciones. Si Usted por ejemplo compra corbatas, le mostrará una camisa, preferentemente en un celeste claro. Porque la regla número uno en una compra de una corbata es: si la corbata no armoniza con el celeste, tampoco no quedará bien combinada con otros colores. Y también una consulta como "Necesito una camisa para combinarla con este traje" no le debería ser difícil de contestar.
La característica de calidad más importante para una tienda para caballeros, sin embargo, es y será la cordialidad. El que por miedo de venderse demasiado barato actúa de manera arrogante frente a sus clientes, ha fracasado en su profesión. Y el que considera a primera vista que ciertos clientes no valen el esfuerzo, no conseguirá muchas ventas.
Un consejo poco tradicional: Vaya un día a su tienda de ropa para caballeros, y en vez de andar vestido con su mejor ropa, vaya con el pantalón sucio por el trabajo en la huerta, o con la campera de cuero grasienta de sus años en la universidad. Si su tienda sin embargo lo asesora bien, por lo menos es una buena señal.
Hasta las personas que tienen en cuenta el bolsillo a veces se permiten un poco de lujo. Y aunque las ofertas en las tiendas en Internet o en los buenos shoppings sean buenas, la experiencia de comprar en una tienda de ropa para caballeros clásica es bien diferente. Allí encontrará pilas de camisas, corbatas y perchas en un ambiente elegante, los trajes están colgados de percheros de madera bien nobles, y todo tiene sabor a tela nueva. Y, lo que es mucho más importante todavía: después de un rato Usted deja la tienda, bien asesorado, con prendas que le sientan bien y que armonizan con su carácter. Por lo menos en el caso ideal. Algunas veces, lamentablemente, la realidad es otra. Puede haber un empleado disconforme murmullando frases como "Si no le gusta, no lo tiene que comprar", pero ya cuando prueba la primera camisa le dice que le queda bien. Y cuando Usted mira al espejo no lo reconoce a si mismo.
Si una tienda de ropa para caballeros quiere ganar su confianza, se tiene que esforzar un poco más. El encargado de buena tienda para caballeros intentará evaluarlo a Usted, pero no pensando en el tamaño de su cartera, sino en el tipo de vestimenta que podría usar. Por ahí hasta le puede preguntar lo que viste habitualmente, para conocer su estilo y hacerle propuestas adecuadas.
Se tomará su tiempo para sus clientes y los asesorará de manera intensa, excepto si Usted le señaliza que quiere mirar tranquilo. Tampoco no se enojará si toca la tela de un saco o coge una corbata para verla.
También en el vestidor, antes de abrir la puerta la tocará, y se comportará de manera discreta, hasta que Usted le pide un consejo. En este momento le mostrará su calidad óptima en el asesoramiento. Le dirá también si una prenda no le queda bien de ninguna manera. Si tiene camisas empaquetadas, por lo menos tendrá una para que la pueda probar ? en todos los talles. También dejará que pruebe gemelos y otros accesorios similares.
No solamente le dirá que algo le queda bien, también le mostrará en el espejo por qué es así. Le puede recomendar pequeñas modificaciones en el corte de su traje, y si conoce bien su materia, hasta las demarcará y le recomendará una sastrería para realizarlas.
Pero sobre todo tendrá un sentido para las posibles combinaciones. Si Usted por ejemplo compra corbatas, le mostrará una camisa, preferentemente en un celeste claro. Porque la regla número uno en una compra de una corbata es: si la corbata no armoniza con el celeste, tampoco no quedará bien combinada con otros colores. Y también una consulta como "Necesito una camisa para combinarla con este traje" no le debería ser difícil de contestar.
La característica de calidad más importante para una tienda para caballeros, sin embargo, es y será la cordialidad. El que por miedo de venderse demasiado barato actúa de manera arrogante frente a sus clientes, ha fracasado en su profesión. Y el que considera a primera vista que ciertos clientes no valen el esfuerzo, no conseguirá muchas ventas.
Un consejo poco tradicional: Vaya un día a su tienda de ropa para caballeros, y en vez de andar vestido con su mejor ropa, vaya con el pantalón sucio por el trabajo en la huerta, o con la campera de cuero grasienta de sus años en la universidad. Si su tienda sin embargo lo asesora bien, por lo menos es una buena señal.